Misioneros
de los Santos Apóstoles
América Latina
Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la virgen María
8 de Diciembre
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Nueve meses antes de la Natividad,
celebramos el Anuncio del Señor a María y su Encarnación.
Por
muy íntimamente que esté asociada la Virgen al acontecimiento que había de hacer
de ella la Madre de Dios, el punto central de la celebración descansa en la
Palabra que se hace carne.
La Encarnación, relacionada con la Redención, resume el plan de amor de Dios
hacia los hombres El momento en que el Hijo de Dios se hace hombre «en el seno
de la Virgen María» se impone hoy de una manera privilegiada a nuestra
consideración, que se centra alternativamente sobre Cristo y su Madre: Cristo
que, al entrar en el mundo, realiza un acto de obediencia a su Padre; María que
"creyó en el anuncio del ángel y encarnó a Cristo en su seno". Mas la
Encarnación de la Palabra de Dios «cumplió sus promesas al pueblo de Israel, y
colmó de manera insospechada la esperanza de los otros pueblos». Contiene, en
germen, toda la divinización del hombre con la Iglesia, que «reconoce que ha
tenido su origen en la Encarnación».
No se pueden separar Encarnación y Redención.
Por eso, en esta fiesta de la Anunciación, que se halla muy próxima a las
solemnidades pascuales, suplicamos a Dios «llegar a las alegrías del Reino por
el poder de la resurrección».
LITURGIA DE LA PALABRA
El relato de la Anunciación, que escuchamos en el Evangelio viene preparado por la célebre profecía en la que Isaías anuncia, como señal de la intervención de Dios en favor de la salvación de su pueblo, el hecho de que la Virgen dará a luz un hijo, el cual será "Dios con nosotros". La epístola tomada de la carta a los Hebreos, hace que nos adentremos en la disposición en que se hallaba el Hijo de Dios en el momento de hacerse hombre: se ofrece en sacrificio al Padre: la Encarnación prepara la cruz.
LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 7,1~14
En aquellos días, dijo el señor a Acaz: «Pide una señal al Señor tu Dios en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.» Respondió Acaz: «No la pido, no quiero tentar al Señor.» Entonces dijo Dios: «Escucha, casa de David: ¿no os basta cansar a los hombres sino que cansáis incluso a Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal. Mirad: La Virgen está encinta y da a luz un hijo y le pone por nombre Emmanuel.» ( Que significa «Dios-con-nosotros» ) .
SALMO RESPONSORIAL 39
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio.
Entonces yo digo: "Aquí estoy".
Como está escrito en mi libro:
"Para hacer tu voluntad"
Dios mío, lo quiero y llevo en las entrañas.
He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tu lo sabes.
Me he guardado en el pecho tu defensa,
he contado tu fidelidad y tu salvación,
no he negado tu misericordia y tu lealtad,
ante la gran asamblea.
LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS HEBREOS 10,5-10
Hermanos Cuando Cristo entró en el mundo, dijo: Tú no quieres sacrificios ni ofrendas; pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: "Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad.» Primero dice: «No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias - que se ofrecen según le ley -. Después añade: Aquí estoy yo para hacer tu voluntad. Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1, 26 38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una Virgen, desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la Virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.» Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco varón,» El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.» María contestó: «Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue.
PALABARA DEL SEÑOR
Esta Web fue actualizada el terça-feira 21 de julho de 2015
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